¿Has tratado alguna vez de ejecutar un salto de altura , o quizás saltar una valla o un muro ? Si la altura no era demasiado grande , y confiabas en que podías dar el salto , probablemente lo lograste . Pero si temiste que no podrías hacerlo , probablemente no pudiste dar bien el salto , y pagaste las desagradables consecuencias .
Lo mismo sucede en cuanto a muchísimas cosas . Por ejemplo , si le tienes miedo al agua , nunca aprenderás a nadar .
Igualmente sucede con relación a aprovechar de la mejor manera tu juventud . La confianza puede tener mucho que ver con esto . Uno no puede realmente ser feliz ni lograr un buen progreso en el camino de la vida sin confianza en lo que le espera .
En la vida siempre encontrarás sufrimientos, preocupaciones, problemas, pérdidas, enfermedades... pero debes llevarlos como hijo de Dios, sin agobios inútiles, sin rebeldía o tristeza. Jesús enseña lo que debes hacer si sientes que el mundo se te viene encima, cuando la cruz es grande y sientes que no puedes más.
Debes confiar en Dios porque sabes que Él es tu Padre y que te ama infinitamente, te ama mucho, mucho más de lo que tú te puedes imaginar. Si te ama, te escuchará, te ayudará y buscará tu bien.
El hombre que reflexiona que es hijo amado de Dios, no pierde la tranquilidad, la paz y la alegría ni en los peores momentos.
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